Un estado de pocos
¿Por qué el Estado Peruano está manejado por pocos?


¿Por qué el Estado Peruano está manejado por pocos? ¿El fujimorismo, aprismo, acciopopulismo, frenteamplio son partidos políticos? ¿Representan algún sector de la población o una idea definida?

Advertencia, estas líneas no son parte de sesudos esfuerzos. Desde lo que en Lima llaman “pronvincias”, las noticias políticas son alejadas y distantes. Un juego de tronos sin ningún brío o un diablillo que alegre las pantallas LED de televisión. Lo curioso es que sin o con desearlo, sus decisiones repercuten en la vida de regiones distintas. Estas fuerzas agrupadas con la mentalidad centralista, en tanto las otras regiones son compañías incómodas para Lima Oficial.

Por ejemplo, el fujimorismo y aprismo en buena cuenta encarnan los valores conservadores de los inicios de La República descritos por Julio Cotler, se agrupan alrededor de las prédicas centralistas, autoritarias y clericales. Invocando y discurriendo la primacía del principio de autoridad y obediencia como rectores de la vida social. Ordenando a las clases sociales “provincianas”, induciéndolas al orden y la introducción de la vida occidental de las ciudades.

Los partidos políticos no se representan ni a sí mismos. Muchos, incluso la izquierda limeña son parte de la fantasía y ficción de representación. El derecho al sufragio es una de las garantías de la democracia, en la cual, supuestamente vivimos. Sin embargo las leyes, la ley N° 26859, ley general de elecciones, hecha para mantener en el poder a la gente conservadora, el artículo 20 de dicha ley refiere que solo si un partido político posee más del 5% de votos válidos a nivel nacional, éstos partidos podrán colocar representantes regionales. Norma ilusa, porque a nivel práctico, la vida política de los partidos tradicionales es casi nula, e incluso son percibidos como una peste que se debe ocultar, salvo para los favores políticos.

Los apristas, fujimoristas o izquierdistas de Lima, ¿realmente representan al gremio de trabajadores estatales luchando por su negociación colectiva o a los maestros por evaluaciones justas? Cuando estos partidos, trampolines a la palestra pública, realizan las leyes, mantienen sus privilegios y mutilan cualquier tipo de representación regional.

En realidad, cuando un representante de una región pequeña se va a Lima es poco o mínimo el aporte legislativo a la región que representa. A esta situación, podemos añadir que los representantes de los partidos tradicionales, sospechosamente, juegan a favor del clientelaje y aprovechamiento que cada partido antiguo quiere sacar del poder.